Debe cuidar a su hermano en casa y no puede estudiar. Pero se las ingenia y va a la escuela igual

La pobreza de muchas personas hace que aveces que los niños deban dejar de estudiar. No sólo por no tener dinero para pagar la educación, sino porque hay otros hermanos pequeños dentro de la familia que deben ser cuidados por el más mayor mientras los padres van a trabajar para poder comprar alimento. ¡Y alguien tiene que sacrificarse!

Exactamente eso le pasó a este pequeño, quien debió dejar de estudiar para hacerse cargo de su hermanito menor mientras no hay nadie en casa. Pero las cosas para é no debían ser así

Sin embargo, este niño tenía tantas ganas de aprender e ir a la escuela, que se le ocurrió un plan maestro que ahora todos admiramos. Le decía a su madre que se quedaría en casa cuidando a su hermanito, pero en realidad aprovechaba de llevarlo a otro lugar y nadie  que imaginaba lo que hacia.

Un profesor se encargó de tomar la foto que ha dado vueltas al mundo por todo el esfuerzo del niño y por sus verdaderas ganas de ser profesional algún día, en la escuela nadie se opuso a que su hermano lo acompañara en clase.

Resulta que en una escuela de Filipinas, todos los días llega este pequeño llamado Justin en compañía de su hermano menor, de un año, todo sin conocimineto de sus padres ni familiares. Así en clase lo sienta en sus piernas y presta atención durante a su maestro. Además se preocupa de que el pequeño se mantenga entretenido para que no llore ni moleste a los demás niños.

La foto fue compartida en las redes sociales por Mam Lei, profesor de la escuela Salvacion Elementary, en algún lugar de Filipinas. Y la reacción de los usuarios fue instantánea haciéndola viral en todo el planeta: todos se conmovieron por el sacrificio de este niño y por su perseverancia al estudiar cuando no existe una situación ideal para hacerlo.

La publicación de Facebook ha alcanzado miles de reacciones y comentarios de otros usuarios, apoyando al chico y motivandolo para que siga así. Algunos personajes se han pronunciado y esperemos le puedan ser de gran ayuda.

¡Ojalá que con esta historia, muchos jóvenes comiencen a valorar la escuela!

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